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«No somos seres racionales que sentimos, somos seres emocionales que razonamos».

Esta frase de Antonio Damasio, neurocientífico y neurólogo investigador de los sistemas neuronales relacionados con las emociones y la toma de decisiones, ya nos marca el carácter indisociable de los dos grandes vectores que rigen nuestras vidas: sentir y pensar.

Y todo lo que sentimos y pensamos tiene un mismo origen: nuestro cerebro.

Aunque estudios recientes han demostrado que las diferencias funcionales entre los dos hemisferios cerebrales son mínimas, sí que se ha podido demostrar que ambos hemisferios se han especializado en procesar la información de manera distinta.

Por un lado el hemisferio izquierdo procesa la información fundamentalmente de forma analítica, es decir, descomponiendo ésta en partes y analizando cada una de ellas. Esta descomposición y análisis se realiza de forma “secuencial lineal”. Por eso este hemisferio es capaz de entender palabras al reconocer  grupos de letras y por tanto controlar el habla, o descomponer números dentro de una operación y realizar cálculos matemáticos. Se trata pues del hemisferio que podríamos asociar con nuestra parte más lógica de funcionamiento, con los fenómenos que tienen más que ver con la razón.

razones-y-emociones-freepik-dualityEl hemisferio derecho procesa la información de forma distinta, principalmente de manera sintética, es decir, mediante una “simultaneidad visual” recogiendo todos los elementos que captura y formando un conjunto. Es el hemisferio responsable de la memoria visual, la orientación espacial y está especializado en las sensaciones y sentimientos propios del individuo, de las que se derivan nuestras habilidades creativas y artísticas.

De la misma manera que esta complementariedad entre hemisferios es indispensable para la vida del ser humano y su supervivencia, en el mundo empresarial, compuesto fundamentalmente por personas, se hace igualmente imprescindible.

Podemos observar que existen organizaciones que presentan una cojera significativa en su “funcionamiento cerebral corporativo”, las hay que

  • Por un lado privilegian su “hemisferio cerebral corporativo” izquierdo, olvidándose de la importancia del derecho, centrándose en los procesos de manera mecánica, con estilos de liderazgo mayoritariamente jerárquicos, y un peso de sus motivaciones financieras que limita sus posibilidades comerciales
  • Por otro lado las que buscan dar más peso al funcionamiento de su “hemisferio cerebral corporativo” derecho, donde todo son intuiciones, sentimientos, ideas, con estilos de liderazgo en muchas ocasiones paternalistas y donde la ausencia de un modelo óptimo de gestión les impide o limita su rentabilidad

Toda organización precisa para desarrollarse los siguientes 4 perfiles profesionales:

  1. El creativo, visionario: aquel que tiene la idea de negocio
  2. El analítico: que estudia la viabilidad de la idea
  3. El persuasivo: que, una vez aprobada la idea, empuja para su implementación
  4. El controlador: que, ejecutada la idea, controla sus resultados respecto a lo esperado

Los perfiles 1) creativo y 3) persuasivo predominan el hemisferio derecho, los perfiles 2) analítico y 4) controlador suelen privilegiar los procesamientos de información desde el hemisferio izquierdo.

En ocasiones, en la dirección de una empresa, la predominancia creativa + persuasiva nos la encontramos en el propietario o fundador de la compañía (el perfil “loco”, pionero), y la predominancia analítica y controladora en el director general (el perfil “sabio”, gestor).

Un óptimo balance entre ambos perfiles, donde existe esa complementariedad y equilibrio, permite a las empresas crecer de forma sana y robusta. Tenemos muchos ejemplos como INDITEX, con Amancio Ortega y Jose María Castellanos en su momento, ahora Pablo Isla; o DECATHLON en sus años más gloriosos con Michel Leclercq e Yves Claude.

Si la parte comercial (“loca”) predomina y desequilibra sobre la gestión (“sabia”), el desenlace puede terminar en una quiebra. Y si un exceso de prudencia financiera y gestora (“sabia”) predomina sobre la creativa y comercial (“loca”) lo más probable es que el negocio se estanque y el desenlace termine siendo el mismo.

La consciencia de esa necesaria dualidad es clave hoy en día en las empresas pues les permite:

  • Desde el “hemisferio cerebral corporativo” derecho, crear valor para los clientes gracias a un estilo de liderazgo que fomente la creatividad y la empatía
  • Y al mismo tiempo, desde el “hemisferio cerebral corporativo” izquierdo, disponer de procesos y sistemas de gestión eficientes que minimicen los costes, reduzcan los tiempos y mejoren la rentabilidad de la organización